Cuatro tragedias de Shakespeare: Hamlet, The Prince of Denmark

A la memoria de Jorge Luis Borges

 

Muy pocos son los que consideran la muerte y vida del joven Hamlet como un texto que no merece el más alto laurel en materia de trabajos de William Shakespeare. Todo está ahí dentro: lo cómico, lo lascivo, lo triste y lo feliz. Será siempre un reflejo de lo presente, de lo actual.

Hamlet 4 acto

Gobierno envilecido el de Claudio, rey danés de estreno y hermano del anterior, cuya corte arrasa con banquetes y libaciones espirituosas mientras Fortimbrás es un latido amenazador que se niega a aceptar la pérdida de su padre y de las tierras nórdicas de las que fue despojado por ley. Hamlet, sobrino/hijo del efectivo monarca está bajo la influencia de sombras pasadas que medianamente lo enloquecen de venganza y de forma lateral y aunado a la muerte de Polonio provocan también en su alguna vez querida Ofelia desequilibrios mentales.

La Dra. Luz Aurora Pimentel afirma que el veneno fratricida es la mentira y que no sólo ataca al rey Hamlet, cada personaje es infectado por esa aérea enfermedad. Pero el viento también puede ser vehículo de sanación, mediante lo subversivo, el discurso de Horacio será lo que revele la náusea existencial originando un desazolve de conciencia.

Jorge Luis Borges ha plagado sus cuentos y ensayos de citas sublimes de Hamlet, Príncipe de Dinamarca, pero James Joyce fue más allá, en el capítulo 8, “The Laestrygonians”, Leopold Bloom recuerda la famosa parte que va: “Hamlet, I´m thy father´s spirit” al mirar a las gaviotas en el Liffey, casi inmediatamente en «Scylla and Charybdis» leemos la misma frase pero en boca de Stephen Dedalus cuando piensa que Shakespeare le habla al hijo de su alma pero también de su carne, a Hamnet Shakespeare.

¿Habrá una forma mejor de reconocer al genio lingüístico que reconstruirlo en ese titán que es Ulysses? Los protagonistas viven en los últimos capítulos una versión irlandesa de la relación padre fantasma-hijo.

“Shakespeare quería ser todo en todos” y bien que lo fue, basta leer el epígrafe de “El Aleph” para reconocerlo.

 

Por Jesús Martínez

 

Written by Jesús Martínez

“Sutiles cuestiones trato, resoluciones graves comprehendo, perfectos libros amo”.

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