Three Imaginary Boys: 39 años de un buen comienzo

Three Imaginary Boys: 39 años de un buen comienzoMás allá de su armonía densa y la tristeza que gesta en nuestro ser, este disco de The Cure surge tras un sonido frustrado en el intento por buscar su propia identidad. Entre el fracaso y la aprobación, sin llegar al éxito, Three Imaginary Boys es ese trabajo que, con tan solo ver la portada, podríamos tachar de aburrido.

¿Qué puede tener de interés algo que visualmente muestra una aspiradora, una lámpara y una nevera? Sin embargo, ese simple fondo rosa que difícilmente puede atraer a alguien proyecta musicalmente más de lo que se podría esperar.

Si bien 1979 fue un año clave para álbumes como el Unknown Pleasures de Joy Division o el Join Hands de Siouxie and the Banshees, que hicieron del post-punk algo destacado, Three Imaginary Boys fue el principio de un The Cure que cambiaría buena parte de la música alternativa en la búsqueda de un estilo propio en el que se combinan un sinfín de emociones.

Three Imaginary Boys: 39 años de un buen comienzo

Pero vamos por partes. Se trata de un álbum sin la menor intención de obtener certificaciones o menciones por doquier, que surge tras la disolución de Easy Cure y da paso a que el trío británico se convierta en The Cure, tras echar a Porl Thompson en 1978, debido a las diferencias que tenía con Robert Smith.

Siendo la penúltima canción que encontramos en este trabajo (misma que da nombre y vida al disco), “Three Imaginary Boys” relata algo que describe a cada integrante de la agrupación. Recrea la historia de un joven que es atormentado por la depresión que acompaña su soledad, y quien escucha cantar entre sueños a tres chicos imaginarios, mismos que representan al The Cure de ese entonces, culminando con el ya conocido “Can you help me?”.

En el contexto del post-punk “Another Day” lo tiene todo, especialmente una letra que relata detalladamente la espera por otro día; sólo un deseo de que el sol se aleje ante la llegada de la noche para aguardar nuevamente “un día de invierno”.

Atraídos por la psicodelia, encontramos “Accuracy”. Con tintes de lo que se hacía a principios de los años 70, The Cure toma como base algo similar a “Money” de Pink Floyd, pero muy al estilo de Robert. Letras poco convencionales que realizan una particular fusión, como si juntáramos a dos iconos de aquel entonces, llenando las expectativas de un público hambriento de nuevas alternativas.

El alma y esencia de este trabajo está en una canción de ritmo enérgico. Allegada a lo que serían temas posteriores como “Let’s Go to Bed”, “10:15 Saturday Night” es lo que catalogamos como el primer paso al éxito. Con tan sólo 16 años, sentado una noche cualquiera en la mesa, mientras miraba el grifo gotear, Smith escribe este tema. Cabe mencionar que éste, junto con “Killing an Arab”, fueron el principio de las composiciones que no vieron la luz en Easy Cure.

“Foxy Lady” es y será un tema que hizo la diferencia en la trayectoria de estos británicos. Es un cover bastante peculiar del clásico de Jimi Hendrix, del mismo modo es la única canción cuya voz corre a cargo del bajista original de la banda, Michael Dempsey, misma que no fue muy del agrado de Robert, quien diría al respecto: “Fue parte de un ensayo. Total, la disquera la vio prometedora y decidió agregarla sin más”.

Aunque las canciones vertidas en este disco fueron fundamentales para la carrera de The Cure, también es cierto que no todas las decisiones creativas tuvieron el consentimiento de la banda. Además de la cuestión con “Foxy Lady”, tampoco The Cure decidió cuál debía ser la portada, cosa que molestó muchísimo a Smith, quien tomó desde ese entonces el mando en el concepto visual de trabajos posteriores.

Éste no sólo es el debut de los británicos, pues con todo y el éxito que alcanzó en los 90, fue también motivo de un sinfín de disgustos. Se rechazó que entrara “Killing an Arab” a causa de supuestas connotaciones racistas que “incitaban al odio” contra los árabes, por lo que dicha canción tuvo sólo lugar en la reedición norteamericana lanzada en febrero de 1980, conocida con el nombre de “Boys Don’t Cry”.

A pesar de los disgustos y de la presión por parte de la discográfica, entre otras cosas, Three Imaginary Boys es el álbum ideal para conocer a The Cure más a fondo. Además, si eres alguien que no sabe de qué forma adentrarse al post-punk, una vez escuchado este trabajo, te será fácil acercarte a lo que hicieron bandas como Bauhaus, quienes tomaron este legado como base. Es por esto que, a 39 años de su lanzamiento, lo recordamos.

 
Por Fátima Narváez
 
Three Imaginary Boys: 39 años de un buen comienzo

Written by La Mascarada

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