La ENAC y sus cuartos secretos

El séptimo arte nos conduce a una experiencia única; cuando encuentras aquella historia con la que te identificas revives vivencias, construyes sueños y sientes cosas inexplicables a través de los movimientos y sonidos de las imágenes, te encuentras inmerso en esta experiencia única del cine.

Puedes navegar a mundos imaginarios, documentar la realidad, sumergirte en cientos de temas, ideas y experiencias por medio de una historia. Esta historia viajará por las imágenes y el sonido para llegar a la gran pantalla y finalmente aterrizar en tu mente.

Cada detalle dentro de una película: montaje, guion, escenografía, producción, dirección, etcétera está muy bien cuidado, estudiado y ejecutado. Por esto y más, hacer cine es una de las profesiones que requiere de múltiples habilidades, talentos y conocimientos.

Hoy en día, el cuidado y la preservación de todo material cinematográfico es de suma importancia para cualquier cineasta o institución, pues sirve de evidencia, apoyo e historia.

El carrete continúa siendo el objeto que protege la cinta cinematográfica de la película, y es un símbolo de representación e identidad, pues, al observar uno, automáticamente sabemos la referencia que hace al cine.

Hace tiempo tuve la maravillosa oportunidad de visitar y recorrer los pasillos e instalaciones de la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas de la UNAM, la máxima institución de estudios cinematográficos en México y Latinoamérica. Poseen una gran cantidad de herramientas, cámaras, escenarios, equipo de audio, sonido, iluminación, estudios de grabación, edición, producción, sala de cine, biblioteca y más para la realización de múltiples obras.

Desde su fundación en 1963, se han realizado más de mil ciento quince trabajos cinematográficos. Su vasto historial de exitosos y reconocidos cineastas y producciones audiovisuales hablan de la excelencia, talento e innovación que desempeñan quienes pertenecen a esta institución.

Pero, sin duda alguna, el corazón y el alma de la ENAC son dos cuartos bien resguardados, los cuales protegen y preservan las obras fílmicas de los cineastas, que representan con orgullo y pasión la historia del lugar. Son dos cuartos donde la temperatura es muy baja para evitar que el material se dañe, decenas de carretes guardan las cintas cinematográficas de diferentes tamaños y duración: Flor de tango, Los últimos héroes, El grito o Espiral, son algunos de los títulos que se encuentran almacenados.

La cineasta Teresa Carvajal es la encargada de este acervo cinematográfico, de su conservación, divulgación y uso, pues todo el material resguardado en las habitaciones también es utilizado para las proyecciones que la propia universidad organiza.

El valor histórico que tiene este acervo para la historia del cine mexicano es inconmensurable, es el claro ejemplo de que en México se produce cine de calidad, con amor, creatividad, pasión y talento.

 

Por Iselle Romero Beltrán

Fotografía de Zoar Camacho

Written by La Mascarada

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