Hablar de la saga de Star Wars significa aludir a un fenómeno de recepción que se extiende cuando menos a tres generaciones distintas. Se trata de una situación diversa a la adaptación o al remake. Hipotéticamente, podría congratularme de ver llevado a la pantalla grande mi relato favorito o bien, esperar a que mi cinta predilecta tuviera una actualización (ejemplo podría ser Mad Max y su versión del 2015). También resulta distinto el caso de personajes como Batman cuyas andanzas han sido llevadas a Hollywood desde varios enfoques, protagonistas disímiles y sus encarnaciones generalmente carecen de una conexión consistente, más o menos al estilo de muchas animaciones norteamericanas donde lo que nos ofrece un capítulo no necesariamente tiene influencia sobre los siguientes.
Star Wars es un engranaje narrativo que ha debido esperar para mostrarse en su totalidad. Esto puede constatarse en el caso de los episodios del I al VI, pero ¿qué sucede con el tan esperado séptimo episodio? Dicho pasaje de la saga funcionaría a modo de agregado y que como es bien sabido surge a partir del interés de Walt Disney Company por revivir la legendaria saga.
A modo de antecedente, recordaremos que el film se sitúa en un espacio temporal 30 años más tarde de la caída del Imperio Galáctico a consecuencia de su enfrentamiento con la Alianza Rebelde encabezada por el último jedi Luke Skywalker, cuyo paradero es desconocido. En este escenario, donde la galaxia se encuentra aún en guerra, nuevos y antiguos personajes emergen para cristalizar la nueva entrega de la saga. ¿Cómo podría ser visto entonces este episodio?
Probablemente los puristas lo consideren un tanto ajeno a las dos primeras rondas de trilogías al no involucrar de lleno a George Lucas (entre otras cosas), sin embargo debe remarcarse el intento de vinculación con el núcleo narrativo (el argumento) de Star Wars. La recepción y el despliegue de esta nueva entrega y sus capacidades de interrelación con sus predecesoras, serán los indicadores para situar en el lugar preciso al tan esperado VII capítulo que evidentemente contrae una responsabilidad enorme, pero, si el clasicismo francés en muchos casos salió avante en su resignificación del teatro griego, puede que la nueva entrega de los jedi lo logre, claro, con el poder de La Fuerza.
Star Wars. El Despertar de la Fuerza. (Star Wars: Episode VII – The Force Awakens, E.U.A, 2015, 135 mins.)
Director: J. J. Abrams.
Guión: Lawrence Kasdan, J.J. Abrams y Michael Arndt.
Música: John Williams.
Edición: Maryann Brandon y Mary Jo Markey.
Con: Harrison Ford, Mark Hamill, Carrie Fisher y Adam Driver.
Clasificación: PG-13.