Coco ha sido, desde sus inicios, hace unos cinco años aproximadamente, el proyecto más ambicioso de Disney Pixar. Cerca estuvieron de meter la pata, aunque por fortuna recapacitaron y hasta parece que se involucraron con más ganas en la celebración del Día de Muertos. Lee Unkrich y Adrian Molina consiguieron dar respeto a esta bellísima tradición y se aseguraron de ofrecer a México un regalo de empatía cultural en plena temporada de intolerancia y racismo.
Miguel (Luis Ángel Gómez) sueña con convertirse en un músico consagrado como su ídolo, Ernesto de la Cruz (Marco Antonio Solís). Por desgracia, en su familia está prohibida la música. Su abuela (Angélica María) es sumamente estricta con ese tema.
Por un extraño suceso Miguel llega a la tierra de los muertos, donde recibe ayuda de Héctor (Gael García Bernal) para regresar a casa antes de que sea demasiado tarde.
La producción cuidó minuciosamente cada detalle. La hispanidad se volvió de alguna forma obligatoria. Es por eso que se buscó a alguien con raíces mexicanas para acompañar en la dirección a Lee Unkrich (Toy Story 3). Adrian Molina se convirtió en el soporte ideal. En su historial con Pixar destaca su trabajo como animador en Ratatouille, luego pasó a guiones gráficos en Toy Story 3 y Monsters University, fue colaborador en el guion de The Good Dinosaur, y llega a Coco como codirector y coguionista junto con Lee Unkrich, Matthew Aldrich y Jason Katz. Además también puso su granito de arena en la banda sonora. Seguro lo veremos más seguido de ahora en adelante.
Harley Jessup (Ratatouille) estuvo al frente del diseño de producción junto con una lista de animadores muy larga, casi tanto como la de los encargados de efectos visuales, los cuales son maravillosos. En la música no había lugar para otro que no fuera Michael Giacchino (Ratatouille, Inside Out) quien fue el encargado de componer la música original en donde destaca “Remember Me”, escrita por Kristen Anderson-Lopez y Robert Lopez (Frozen). La cinta incluye una bella interpretación de “La llorona”, también, por supuesto, hay mariachi, un toque de son jarocho e incluso música de banda y algo de techno.
Visualmente el film es absorbente y colorido, como era de esperarse, pero tal vez con menos intensidad que The Book of Life, con el cual ha sido comparado. Es obvio que tienen sus similitudes porque se desarrollan bajo el mismo tema, pero creo que Coco no sólo tiene una historia diferente que contar, sino que se enfoca más en los detalles de la tradición del Día de Muertos, como son los altares o los caminos de cempasúchil (cempohualxochitl). Quien ha estado en un cementerio de Michoacán o del Estado de México durante estas fechas nota de inmediato el parecido.
Se nota que los investigadores hicieron muy bien su tarea; se dan el tiempo de traer a tema cada detalle de la celebración, el porqué de las flores y la importancia del ser recordados. Dante, el xoloitzcuintle, hace honor a su raza, pues esos perros eran los encargados de guiar a los muertos al Mictlán. Los alebrijes, por su parte, se transforman en la tierra de los muertos, aunque no estoy muy segura de su papel en esta celebración, ya que, hasta donde sé, son el producto de una pesadilla. De cualquier manera, se les asigna una tarea y la cumplen.
Tal vez los más recelosos en el tema no dejen de señalar cierto aire a parque de diversiones, pero lo cierto es que la esencia no se pierde. Los rasgos de las familias mexicanas están ahí, girando alrededor de mujeres de carácter, enaguas bien puestas y de puntería con la chancla. Hay sueños por perseguir, amor que va en todas direcciones. Tiene imágenes tiernas y conmovedoras, así como divertidas, y un poquito de ese humor negro que tanto nos gusta, aunque para otros pueda resultar macabro.
La lista de los personajes es muy larga, además, para el doblaje en México se invitaron a diferentes personalidades del mundo artístico y cultural. Allí sobresalen: Elena Poniatowska, Víctor Trujillo, Xavier López “Chabelo”, Alex Lora, Trino, Paco Calderón, Xavier Velasco y Ofelia Medina, quien hace a una Frida Kahlo divina. No pude ubicar a todos, pero la veré de nuevo, creo que hasta un luchador famoso anda por ahí.
¿Por qué Disney Pixar se volcó de tal manera en este proyecto? No lo sé, pero agradezco el respeto y la belleza que imprimieron a mi celebración favorita. Coco es tan graciosa como emotiva, espectacular a la vista; bella, mas no vacía. Tiene la música y el amor inquebrantable de una familia. Es un homenaje a la historia y tradiciones de nuestro país, pero es sobre todo la imagen de un pueblo, que pese a sus problemas actuales, merece ser visto con ojos de fascinación en todos los rincones del mundo.