La osadía de Cazafantasmas 2016

cazafantasmas 2016Voy a comenzar esta nota pidiendo una disculpa a los ghostbusters originales: Bill Murray, Dan Aykroyd, Harold Ramis y Ernie Hudson, así como también al director Ivan Reitman. Gracias a ellos y al resto del elenco en 1984 tuvimos una película maravillosa que siempre será imposible de superar.

Confieso que yo era una de las férreas detractoras del reboot de esta cinta, me presenté a la premier con la espada al ristre y nada. Confieso que no podía dejar de reír.

Es imposible dejar de hacer comparaciones y en este caso las chicas siempre llevarán las de perder, pero creo que podemos verla (si lo intentamos siquiera) con buenos ojos.

Aunque oficialmente esto es un reboot, no deja de tener toques de remake. No se pueden pasar por alto tantos detalles y objetos maravillosos, ya que dejaría de ser Cazafantasmas. Que si las mochilas, que si el auto, que si los uniformes, que si el cuartel, que si la personalidad o el carisma… ¡Olvídelo!, es imposible desligar una de otra, pero tampoco está para verla arder en la hoguera. Y mire que se lo digo yo que llevaba los cerillos en la bolsa.

Erin Gilbert (Kristen Wiig) es especialista en física cuántica y estrena una nueva plaza en la universidad de Columbia. Todavía no termina de instalarse en su nuevo puesto cuando sale a la luz un libro que escribió junto con su amiga de la universidad Abby Yates (Melissa McCarthy), en el que afirman la existencia de los fantasmas. Yates ahora trabaja con la ingeniera Jillian Holtzman (Kate McKinnon), pero al comenzar a aparecer fantasmas por la ciudad, Gilbert decide unirse a ellas para hacer frente a la amenaza. Más adelante se unirá al equipo Paty Tolan (Leslie Jones), una exempleada del metro y Kevin (Chris Hemsworth), a quien contratan como recepcionista.

Le diré que sí, en efecto hay notorias diferencias a nivel argumental y obviamente a nivel actoral. No soy en absoluto fan de ninguna de ellas, al menos no de las dos principales: Kristen Wiig y Melissa McCarthy, pero no fue necesario que se convirtieran en algo maravilloso para resultar agradables. McCarthy bajó su nivel escatológico (lo cual agradezco). De las cuatro me gustó más la actuación de Kate McKinnon (Saturday Night Live).

Estamos en temporada de sexismo, machismo y feminismo extremo, y justo acabo de decir que hay cosas a las que no debemos darle demasiada importancia. En este caso, tal vez por razones de nostalgia, me hubiera venido mejor que una mujer ocupara el lugar del fallecido Harold Ramis, mas no que se cambiara todo el elenco a femenino. Y aunque casi me atrevo a asegurar que quienes rechazan esta cinta no lo hacen exclusivamente por razones misóginas, no creo que el rechazo se deba a que los hombres quieran ver a las mujeres en la cocina en vez de andar persiguiendo ectoplasma verdoso por Manhattan, sino que en verdad pesa la memoria de estos personajes.

Paul Feig (The Heat, Spy, Bridesmaids) dirige y escribe, acompañado en el guion por Katie Dippold (The Heat). Aunque es imposible que escondan su embeleso por McCarthy, cuidaron los detalles para hacer honor al elenco original. Cada momento significó una sonrisa para todos en la sala. Es como si estuvieran dando su aprobación para esta barbaridad. La banda sonora de Theodore Shapiro le viene bien, y aunque me faltó más Ghostbusters versión original se la perdono. A los efectos especiales se les nota la evolución tecnológica, los fantasmas están de súper lujo, se saturan en la recta final de la película, pero no reniegue tanto por eso: relájese y disfrútelos.

Como buena amante de los bellos cuerpos masculinos, le diré que estaba muy indignada porque le dieran a Chris Hemsworth el papel políticamente incorrecto de la “rubia estúpida” (perdón pero así se solía decir), sin embargo, mi adorado Thor salió bien librado en su faceta de comediante. Por un momento pensé que no podría vivir sin su peróxido, sus largas extensiones y su musculoso torso, pero no fue así.

Por otro lado, le pongo tache a su momento emotivo y al toque “feminazi” en la batalla contra el gran ente maligno.

Al final, siempre y cuando dejemos de compararla con la versión original, puedo decir que Cazafantasmas (2016) es una película sumamente entretenida, con muy buenos efectos especiales, llena de momentos de nostalgia que todos van a adorar, y sí, ¿porque no decirlo? Está llena de un humor muy feminista. Yo le perdoné la osadía. Así que no compare, déjese llevar por una nueva historia y no abandone la sala hasta el final que tiene escena post créditos.

 

Por Patricia Bañuelos

 

Written by Patricia Bañuelos

Mexicana renegada, pero con esperanza, sibarita clasemediera con ínfulas de escritora. De corazón cinéfilo y alma gourmet. "Como y luego existo".

Loading Facebook Comments ...