Borges en su Arte poética expone que en estos días somos incapaces de creer en los finales felices, en historias donde los personajes solucionen el conflicto en el que se encuentran de manera afortunada, puesto que nos resulta inverosímil e incluso improbable que las circunstancias no nos trunquen los caminos ―pensamiento fatídico al que estamos condicionados―; de manera que valdría la pena pensar en lo refrescante y lumínico que sería poder creer en desenlaces menos trágicos.
Creer, por ejemplo, en la buena fortuna de un río que desea volar; en un felino que padece todas las fobias pero que busca conquistar una montaña; en un pequeño explorador que planea detener la muerte de los árboles de un bosque. Esto es lo que encontraremos en la obra El río que quería volar y otros cuentos, de la pluma y dirección de Maribel Anaya, quien dedica su obra al público infantil pero que igualmente bañará el sentir de todas las edades con su pensamiento libre de cerraduras: sucede que se dispondrá de elementos mágicos y fantásticos para dar solución a los retos que pensamos irresolubles. De manera que cuando la obra nos enfrenta a un evento que en el día a día consideraríamos sin solución, otro evento insospechado cambia la perspectiva lógica que siempre nos recubre.
Por otro lado, el salto de lo irreductible a lo maravilloso no se lograría sin la presencia de ciertos personajes que nunca abandonan a ninguno de nuestros héroes; ellos son los encargados de que la fuerza para realizar las hazañas no se pierda y de que los propósitos no se abandonen, dejando en claro que valores como el compañerismo y la solidaridad son un tipo de magia que todos poseemos y que debemos cultivar.
Con respecto al montaje de la obra, es gratificante mencionar que nos encontraremos frente a una producción musicalizada en vivo bajo la dirección de Vladimir Bendixen y el acompañamiento de Liliana Toledo, quienes nos presentarán en un momento cumbre de la puesta en escena una tierna versión de “Tonada de Luna Llena”. En cuanto a los actores, nos toparemos con Yuruby Soto, José Ponce y Denise Castillo. Es también destacable que el montaje de la obra se logró sólo a través de diversos colaboradores, fondeadores y patrocinadores. Dejo aquí el link de su proyecto en Fondeadora:
https://fondeadora.mx/projects/el-rio-que-queria-volar-y-otros-cuentos
El río que quería volar y otros cuentos es una coproducción del Sistema de Teatros de la Secretaría de Cultura y Maribel Anaya. Está basada en el libro de cuentos homónimo que actualmente busca fondos para su impresión, y el cual está compuesto por diez historias de las cuales se montaron tres.
Por último, se presenta por una corta temporada en Foro A Poco No, en República de Cuba número 49, colonia Centro, los días sábados y domingos a la 1 de la tarde y hasta el 14 de agosto. Puedes reservar tus boletos en la página de Facebook del foro: https://www.facebook.com/foro.apocono o comprarlos directamente en taquilla.
Por Mayra Gricelda Gutiérrez López
Fotografías de David Zamorano
