Voy a comenzar esta nota reconociendo que no soy fan de Melissa McCarthy. Me parecía encantadora en Mike & Molly, pero después vino Bridesmaids y en verdad la odié, de hecho, odio ese tipo de comedias. Con The Heat, al lado de Sandra Bullock, seguía sin poder deglutirla siquiera. Pero entonces apareció St. Vincent y su discreto papel me encantó, fue ahí que caí en cuenta de que esta mujer sabía actuar sin necesidad de degradarse a sí misma. Ahora aparece en Can You Ever Forgive Me? (¿Podrás perdonarme?), y no me pude resistir a sus encantos.
La cinta cuenta la historia de Leonore Carol «Lee» Israel (Melissa McCarthy), una escritora muy venida a menos especializada en hacer biografías, y que con las deudas encima se dedica a falsificar cartas de escritores y celebridades fallecidas con ayuda de su amigo Jack Hock (Richard E. Grant). Cuando los compradores comienzan a sospechar, Israel roba y vende las verdaderas cartas de los archivos sin saber que el FBI está siguiendo sus pasos.
McCarthy acaba de dar con el personaje más interesante de su carrera (hasta este momento) y lo ha desarrollado de una manera espléndida. La directora Marielle Heller (The Diary of a Teenage Girl), tuvo el buen ojo para escoger tanto a McCarthy como a Richard E. Grand para su segunda película, y aunque ha demostrado su capacidad como guionista, prefirió ceder esa responsabilidad a Nicole Holofcener (The Land of Steady Habits) y Jeff Whitty, quienes entregaron un guion maravilloso que ayudó muchísimo a la química entre sus protagonistas.
Con el señor Grant me pasa algo raro: su larga trayectoria y sus características físicas lo hacen una cara muy familiar, pero parece que después de tantos años de carrera, el interpretar a un alcohólico, drogadicto y homosexual de avanzada edad, será de lo mejor en su catálogo.
Can You Ever Forgive Me? está basada en las memorias de la escritora Leonore Carol «Lee» Israel y la adaptación del guion se da, digamos, que de una manera muy natural. Melissa McCarthy hace una purga de sus peores pecados y a partir de ahora, creo, sería una infamia recaer una vez más en comedias estúpidas y escatológicas. Al interpretar a Lee, no sólo sacrificó su belleza (porque sin duda la tiene), sino que logró imprimir humor a un personaje solitario y amargado. Creo que es buena comediante, tiene por ahí un par de roles que la avalan, pero el humor negro o el sarcasmo le sientan mucho mejor.
Así que no dude ni por un momento en ir a ver esta película, tal vez su sencillez, y la presencia de McCarthy, lo hagan desconfiar, pero créame que es justamente eso lo que la hace memorable, además de que tiene una banda sonora deliciosa, cortesía de Nate Heller (hermano de la directora).
Dentro de la lista de películas nominadas a los premios de la Academia hay al menos tres que deberían cederle su lugar. Me parece que la señora McCarthy tiene su penitencia cumplida con este film, todos sus pecados han sido perdonados. Por mi parte, me tomaré un whisky a su salud.