Este año Tim Burton nos presenta un cuento fantástico sobre unos niños peculiares y la misteriosa Miss Peregrine. La cinta viene con una gran oleada de publicidad y un excelente trailer. Desgraciadamente a mí me ocurrió igual que con Escuadrón Suicida, me pareció mejor el trailer que la película.
Jake es un chico ordinario que vive en Florida, de pronto recibe una llamada de su padre y allí comienza una cadena de misteriosos acontecimientos que terminan con la muerte de su abuelo, un enigmático mensaje y una aparición monstruosa.
Pasan los días y Jake está en consulta con su psicóloga tratando de asimilar la muerte de su abuelo, y entre sesión y sesión decide seguir las instrucciones que le dio antes de morir. Se trata de ir a Gales en busca de la casa de niños donde creció el difunto. El viaje introduce a Jake y a su padre en un «loop» en el tiempo: un ir y venir entre 1943 y 2016.
En mi opinión es muy confusa la trama y los niños peculiares apenas se ven “raritos”. Poco a poco van mostrando sus “peculiaridades”, mismas que tardan horas en sacar a flote. Miss Peregrine es una especie de guardiana de los niños que tiene la habilidad de manipular el tiempo y convertirse en halcón.
Desde mi perspectiva es como un film de X-Men pero sin acción (se echa bastante de menos la acción) pues estos niños con cualidades peculiares parecen tenerlas de adorno, tanto así que la primera hora y media de la película no ocurre nada. Pretenden mantenernos con la expectativa sobre la “peculiaridad” que tendrá Jake y su probable romance con Emma, una chica que es capaz de controlar el aire y flotar.
Me parece que las criaturas de Burton son muy similares a las de Guillermo del Toro, ninguna innovación. Su nueva musa Eva Green no pasa de ser una belleza siniestra, abriendo mucho los ojos pero sin darle carácter al personaje de Miss Peregrine. En el reparto vemos a Judi Dench, que si dura 15 minutos en escena es mucho, así como el regreso de Rupert Evert, irreconocible y que también aparece apenas unos minutos. La película se siente muy larga y llega a fatigar, me parece que no atrapa a los niños y puede desesperar a los adultos. Muy lejos quedó ya la sorpresa de Beetlejuice o la de El cadáver de la novia.
Por Vilma Reyes Rosito
