MALECÓN DE LA HABANA 1985
A Emma Roldán
Mameluco tenía ella puesto en la ribera
Cual quimera aquietada en la sombra
De la orilla cantaba con Fierro en la guitarra
& el silencio auscultó el aire en trance sin
Galopes todavía sino solo cumbias serranas
Que en mi íntima noción de calma conti
Nuaban al borde con las olas enroscadas
Fuimos dos amantes dislocados en la
Espuela del mar asegurado por la espuma
Respirada de sus pechos enhiestos &
Bajados en marea clara que irrumpe en
La penumbra o canta sigue cantando
Hasta osar orar de madrugada
Grávidas gaviotas se volvían esta página
Feliz de tenerla en las horas reinantes
Con el brinco de las crestas acuosas &
Solares atributos del amor colmado bajo
Esencias rosadas que se pierden por la
Noche más fina finada en tres días se
Guidos en la horma de su falda acelerada
Memoria tibia delineada sur la arena
Iris & córnea lentamente acariciados
Gotas de la piel que se quedaron para
Siempre en el malecón de los ensueños
Son tu risa & su magnética dulzura
O el poema inconcluso de varada juventud
(Orillas del río Cooper, octubre 2019)
INMERSIONES
1) Río Piura
Región me lanza oblicua soledad en la memoria
De inquietas filas de muchachas distintas postergan
Su canción para mí / se abanican sobre la arena
Viven muertas en la orlada nervadura & me llaman
Petunia atreviéndose a perpendicular el deseo
Tan silvestre floresta nace con el zumbido del
Aire alabando albadas aguadas porciones
Una brizna que nadie reconoce sino el silbido
Escurriéndose alrededor de la brisa / veneros
Mojando las magnolias & algarrobos fecundos
Beatíficos en la tranquila paz de manzanedas
Esa es mi alegría húmeda como la pureza de
Gotas que salpica la corriente adivinar quizá
O escuchar el síndrome de su lenguaje evis
Cerado sibilante ensortija infancias perdidas
& se prende en la madrugada sabe abatirse
& templar la rama que queda suspendida.
2) Río Rímac
Una cosa es en Lima & con carnitas boreales
Indescifrable ternura de la mamita en el jardín
Lleno de rumores / perlados / personales
Queda el puente & la alameda oh pastel
De la nocturna umbría espuma de un mar
Jamás existido sino solo aymara que en la
Puna se sardina toca la quena visual por
Las páginas teñidas de amargura son tal vez
Varados pensamientos desunidos al unísono
O la canción oculta recreada en mi naufragio
Amanecer serrano de mi papá sombrea
Pájaros fruteros en la parada ojea rápido
A nácar colunga asegura rosales descubiertos
Relame los párpados de la chica dinamita
Incluyendo los contornos almidonados de
Las márgenes temporales neblina atosigante
Limpia los zaguanes & sigue al infinito.
3) Río Cooper
Azar que me deslumbras me traes a estas
Castas naturales claraboyas estivales ya no
Vales sino cantas con la mandolina de juguete
& me escapo del retrete con la lenta floración
& suavidad de las sedas acuosas dormidas
Muy de mañana efímera / enferma / embotada
Soy la verde claridad que dijo hernández
Despedidas del que está pedido barro que
Todavía me recorre en el borde del abismo
Abrazados los enamorados se besan antes de
Suicidarse sonríen & se les moja la canoa
Pueden ser sueños que vislumbro desde la
Orilla hábito de la maña más sutil si es que
Vuelves a inventar la dedicación arrinconada
La cabellera de una virgen ocupa mi cerebro
& celebro su belleza reinando en dichas paltas
O suscribir el blink de la dulcísima superficie.
(Collingswood, sur de Nueva Jersey, octubre 2019)
CALZONES
1. Rojo
Recuperados & silenciosos zaguanes donde
Aquellos sentimientos se perdieron en la neblina
De jade acuciante & ánima que acaparó tu temblor
& el mío fueron vericuetos anatómicos cautivos de
Tu fervor desvivido en el tiempo de la calma
Envergadura disímil adormecidos por el chilcano
Permaneciste enarenada caracol de una deidad
Correspondida lamiste un aroma presentido
En caminatas serranas altivas ideales inmortales
Retrato escénico de tu nombre secreto & santo
Rozan los párpados cicatrices cerradas se esparcen
Ganadas por los planes quinquenales queda el
Sonido silábico del deseo más enhiesto
Habían querubines rezagados por la marea del
Terruño tallado en los escombros del amor pasado
Se escuchaba el rosedal frívolo cantando sin
Drenajes puros nocturnos calatos finos cisnes
Que embriagaban la certeza de abrevar las horas
Más rumorosas deleitables con escape de todo
Lo sufrido & cerquita del mar por si acaso no
Fuera a salirse la canción de sus reinos exquisitos
Tu nariz trofeo imaginado en el modus operandi
De un corrido afán peciolos del geranio abierto
Sometidos a tu ritmo quemado & limpísimo
Eso sí se llama alborada acérrima telita para
Dejarte en cueros & tambores insanos increíbles
(Orillas del río Cooper, octubre de 2019)
Roger Santiváñez (Piura, 1956)
Estudió Ciencias de la Información y Artes Liberales en la Universidad de Piura, donde obtuvo el primer puesto en la categoría de poesía en los IV Juegos Florales (1973). Entre sus numerosos libros, destacan El chico que se declaraba con la mirada (Asalto al Cielo, 1988 y Mantra, 2019) y Symbol (Asalto al Cielo, 1991). Es fundador del movimiento Kloaka y parte de su obra es incluida en antologías como La última cena, poesía peruana actual (Asalto al Cielo, 1987), Poesía Peruana Siglo XX de Ricardo González Vigil (Ediciones Copé, 1999) y La mitad del cuerpo, antología de la poesía peruana de Víctor Manuel Mendiola (Fondo de Cultura Económica, 2005). Obtuvo una mención honrosa en el Concurso de Cuento de las 1,000 Palabras de Caretas en 1985 y el Premio de Poesía José María Eguren (Nueva York) en 2005. Ha sido profesor en Princeton University, Haverford College, Bennington College y Temple University.