Es del conocimiento de muchos, pero aprovechado por pocos, el programa de actividades que ofrece la Fonoteca Nacional semana con semana. Basta con tener un poco de suerte al pasar por el inmueble del Barrio de Santa Catarina en Coyoacán, o con dar un vistazo al programa de la institución para disfrutar de un festín sonoro de alta calidad.
En esta ocasión, recibimos gustosos la invitación del maestro Samir Belkacemi, quien tuvo su turno en la sala Murray Schafer el pasado viernes 9 de marzo por la tarde. Destacando la importancia del evento, me permito señalar que es la segunda ocasión en que la obra de Belkacemi es grabada y registrada como parte del acervo y patrimonio sonoro inmaterial de la Fonoteca.
Antes de profundizar sobre el concierto que pudimos disfrutar aquella tarde, me gustaría compartir con nuestros lectores un poco de quién es Samir Belkacemi. Con estudios en la Escuela Autónoma de Música y la Escuela Nacional de Música de la UNAM (ahora Facultad de Música), Belkacemi se ha desempeñado bajo la cátedra de distinguidos maestros como son: Alberto Ruíz, Fernando Cruz, Juan Carlos Laguna, Rubén Díaz y Najeeb Shaheen.
Samir Belkacemi ha desarrollado un estilo en el que conjunta frases de música académica, flamenco y jazz; así como melodías étnicas, hindús y árabes. Todo esto aunado a la incorporación del sistema de afinación desarrollado por el artista, con el cual es posible contar con alrededor de cincuenta afinaciones alternativas, además por supuesto de la afinación estándar para el instrumento.
Todos estos elementos son parte de un concepto único denominado “Música desde las esferas del universo”, que combina de manera ecléctica este basto manejo de recursos musicales y técnicos con una filosofía afín al conocimiento legado por los pitagóricos, quienes consideraban que la verdad del universo sólo podría ser vislumbrada a través de los números, de la proporción.
El programa fue integrado por diez piezas seleccionadas de entre alrededor de ochenta composiciones con las que cuenta el artista. La primera sección, formada por una obertura, “Cuando llega el alba”, “Crepúsculo del alma” y “Cosmonauta en el tiempo”, fue cerrada por la interpretación de “Ultra”, composición cuyo nombre encontramos muy adecuado. La pieza dibuja una atmósfera con frases que se reinventan sobre sí mismas mediante variaciones que a lo largo de los compases nos invitan a evocar esa idea de la trascendencia sobre lo ya existente.
En la segunda parte de la velada pudimos escuchar “Desierto introspectivo”, “Laberinto en el silencio”, “Luna gitana”, Más allá de la nada” y “Telepatía interestelar”. Cabe mencionar el nivel al que se notaba compenetrado al público, entre el que se distinguían algunos rostros profundamente absortos en la reflexión emanada de las seis cuerdas de Samir. En lo particular, me gustaría compartir mi experiencia al recorrer involuntariamente algunos pasajes de García Lorca mientras se escuchaba la “Luna gitana” de Belkacemi.
Cerrado el programa, el artista recompensó el interés de la audiencia con una pieza más: “Universo”. Dicha interpretación generó gran número de solicitudes para Belkacemi, quien después de casi dos horas de concierto agradeció el apoyo del público prometiendo reencontrarse muy pronto.