PARA SABER AL IRME
Esta tierra verde y rebelde
de sangre y de banderas
de ciénegas celestes.
Esta tierra humilde y de miserias
me vio nacer bajo su sol mágico.
Con la astucia de un río
una mujer me enseñó a caminar al mar
otra a conocer la historia
el alba a celebrar la arcilla
de una noche que ya está cascada.
Noche a noche esperé esa palabra
a veces de plata o de espuma inofensiva
la palabra que dice amor sin memoria.
Fue en esta tierra de piedra, nopal y lejanía
donde tu mirada brava miró el lago,
el vaho que empañó la ventana
y al mismo amor
que enloqueció y murió.
En esta serranía que se alza hasta el cielo
altos los muros verdes
que nos tapan a deshora
la luz delgada del atardecer,
es donde el aire invicto
permanece en la noche de la soledad.
Donde estará ese tiempo
cuando mirarse era demasiado
el niño que movía el pie para bailar twis
el huerto y el corral, las escondidillas
el hombre caminante del camino real
la mujer desnuda en la aldaba
el ropero con espejo en la puerta
tu respiración en mi oído suelta y detenida
que sonaba a mar
dónde estará la ausencia de este mal.
No fui infeliz ni solitario
porque me casé
con el sonido de los viñedos.
EL TEMPLO DEL SOL
Nos volvemos camarones que no duermen
tucanes con malicia
pájaros que cantan tangos.
Buscamos en el ojo el ágata
con más pasado que futuro
grano y mosto en la palabra
la pareja que nos hace cenizas
nos repetimos como el ave fénix.
Pero la vida no cede tan fácilmente
somos árboles con hojas en otoño
seres de corazón confitado.
El Templo del Sol
es el mar y sus playas
y nos dan sentimiento de ave…
de ave sorprendida.
LA PROCESIÓN DEL SILENCIO
La procesión del silencio se acerca
con sus inquisidores sonidos
el caballo blanco delantero
tambores que rizan la piel
se arrastra la noche encadenada.
Este mezcal de la huasteca
es la penitencia de tu garganta
Carmina hace cantar a los muertos
por las calles llenas de fervor
las campanas se dan de golpes de pecho.
Arrastramos nuestra penitencia
guardamos en los ojos
el baile sensual de la odalisca
y la serpiente, que en la primavera
baja desde lo alto del basamento.
Rueda la gota de cera
se convierte en fe
en una cena romántica
o en un velorio.
Pasan Las cofradías de las mantillas de colores
capillas con sus dos cúpulas
con una Biblia de astrolabio,
navegan con la marea de su vestido.
El sabor de sus Hostias rojas
pegadas en sus pechos
nos excomulgan.
Olor a botica
guiso borracho
tuna Cardona
gordita del Saucito
huevo rojo
nos absuelven…
y se abre la gloria.
Con todos mis sentidos
delante de esta procesión silenciosa
aquí en San Luis Potosí
te ofrezco mi corazón libre de juramento.
Nicolás Fuentes (San Luis Potosí, 1955)
Poeta, escritor, licenciado en periodismo, fotógrafo y gastrónomo. Su obra ha sido incluida en una docena de libros de poesía y cuento editados en México y España y traducida al francés. Ha ejercido la docencia universitaria en literatura y periodismo, asimismo ha impartido numerosos talleres de creación. Ha participado en encuentros literarios de carácter internacional y ha obtenido diversos premios literarios. Palomas es su más reciente libro.