I
No escribo de silencio, sino de vacío.
Escribo del agua mientras escurre
en una red de nudos y aspillera.
Porque es siempre un discurso
sobre la ausencia,
sobre el recalcitrar de las horas,
la burla
de las palabras.
Pienso en el mar desfigurado
de las estelas de los mercantes
chinos.
II
Prefiero celebrar
esta lenta eutanasia
con el cuerpo aperlado de sudor
y los ojos exorbitados
sobre un prado de estrellas radioactivas
y cerdos degollados
tendidos sobre un costado.
ORACIÓN DE UN HEREJE
I
El carro de los arcanos
desciende la cresta de los montes.
Ves, hay un cormorán
que arde en el último sol.
El antiguo rito de la caza
impone
una cama de eucalipto y malva
para la presa,
la forma mínima del silencio.
Ven sobre el altar de los sin Dios,
encontrarás una bandada
de libélulas en celo.
II
Nos restará la vanidad de éste vuelo sesgado.
DIEZ
Estaba la imagen de Maradona
sobre un muro de cemento
pero el arco de los ojos estaba sucio
de los restos de carteles mortuorios:
oscilaban con el viento
mientras un olor a mariguana
se propaga más allá de las casas populares.
Maradona estaba solo contra los ingleses
el anatema del número diez.
Con una mano buscaba el balón
con la otra apretaba en el puño
una raíz de hierba
que sobresalía de una grieta,
hasta que una mujer
decidió extirparla
con un ademán solo,
resuelto decía:
“El amor perdido no regresa”.
Traducción de Alejandra Craules Bretón
Giovanni Ibello (Nápoles, 1989)
Se graduó en jurisprudencia en la Universidad Federico II. Desde enero del 2012 está inscrito en el registro de periodistas acreditados de Campania (categoría publicistas). En ese rol escribe regularmente sobre fútbol. Sigue como enviado y match analyst los eventos deportivos de la SSC Napoli. Es redactor en Words Social Forum (centro social del arte). Ha publicado en web poemas inéditos y análisis crítico, que se encuentran fácilmente en los principales litblog italianos.