Hace un año.
Bestia es un festival enfocado a la irreverencia musical, experimentación, expresión entrópica y natural. La edición pasada se llevó a cabo del 19 al 23 de noviembre de 2014 y en el primer día nos presentó tres propuestas muy interesantes cuyos objetos y motivaciones fueron de la fusión rítmica al caos consumado.
The Heavy Metal Duo (USA) + Ray Anderson (trombón) & Bob Stewart (tuba)
Ray Anderson y Bob Stewart son dos grandes jazzistas consolidados, cuyas aptitudes los han llevado a interactuar con personajes de la talla de Charles Mingus y David Murray. Ellos presentan este proyecto transgrediendo las fusiones rítmicas convencionales embarcándose en un viaje de posibilidades donde podemos distinguir influencias vastas, que incluyen aportaciones de géneros musicales totalmente inusuales dentro del jazz clásico. Un ejemplo claro se manifiesta cuando la banda, género característico del norte mexicano y que ha tenido influencia en algunas zonas de los Estados Unidos, merece una mención especial de Stewart, quien nos muestra su entendimiento y uso de este género en sus frases rítmicas.
Las progresiones se desarrollan, los fraseos son independientes, luego se conjugan para finalmente complementarse en una conversación entre dos amigos que parecen no tener siempre la respuesta acerca de “lo que deber ser” de cada pieza, por el contrario, brindan la sensación de presentar cada argumento en total libertad en un ir y venir de ideas y texturas que generan una experiencia amplia, realmente atractiva para los amantes de la falta de linealidad.
Marc Ribot (USA) · Solo Acústico de Guitarra
Marc Ribot es una institución del jazz y de la ejecución de su instrumento. Cuenta con un sinnúmero de colaboraciones a lo largo de su carrera profesional, durante la cual ha alternado con Chuck Berry,
John Zorn, T-Bone Burnett, así como con otros intérpretes de estilos tan diversos como Elton John y Andrés Calamaro.
Ribot nos propone un tipo distinto de experimentación, una donde se explotan por completo las posibilidades del instrumento. Armónicos, naturales, octavados, artificiales, resonancias, muteos, rebotes, percusiones y muchos más efectos acústicos y sonoros enriquecen su obra dando un resultado único, uno que nace de posibilidades que otros no se atreven a abordar, ajeno a las convenciones y a los estigmas clásicos de la ejecución del instrumento, el sonido final es digno de admirar.
Cabe destacar el momento donde pudimos escuchar “Fat Man Blues” la firma de la casa. Un complemento perfecto para una actuación llena de experiencias auditivas innovadoras que sólo alguien como Ribot podría generar.
Han Bennink (NED) y Terrie Ex (NED) · Dúo de Batería y Guitarra.
De lo sutil a lo extremo. Este par cierran el día con la máxima muestra de rechazo a lo establecido. El abandono total por la música se convierte en un performance más visual que sonoro. La acción se desenvuelve en medio de solos de batería que cambian aleatoriamente y una guitarra que grita errática mientras persigue a su compañero en su estocástico sendero hacia el desorden.
Ruido, ritmo, silencio y expectación, conforman un ciclo que interrumpido por una dosis de humor visual y algunas palabras que nos explican algo de lo ocurrido, nos guía por esta presentación camino a lo desconocido. Una experiencia que solamente puede ser vista, narrada e interpretada por la más liberal de las mentes.
Así terminó el primer concierto de aquella edición de Bestia, en el más extremo e inesperado recorrido, uno que no se dicta por las normas ni puede ser escrito en partituras. Un auténtico boleto solamente de ida hacia el más absoluto caos.
Por Manuel Mejía
Fotografías de Claudia Granados
