El mundo en cenizas, sobre Enola Gay de Luis Armenta Malpica

Enola Gay es el título del último poemario del escritor mexicano Luis Armenta Malpica (Ciudad de México, 1961) publicado en España por Vaso Roto Ediciones. Un libro sustancioso y denso, una penetrante reflexión —en verso— sobre la historia, sobre los horrores cometidos por el hombre. El autor se refiere con frecuencia a su libro como “diario” (“Il diario inizia qui / sulla sponda dell’incendio”), como con la intención de dar a esta poesía civil un significado humilde, de labor necesaria, pacientemente construida a partir de algunos fragmentos históricos de nuestro pasado reciente; un diario a manera de ilusión en la imposibilidad de reconstruir el devenir de los acontecimientos históricos de modo detallado, de una realidad llena de horrores y contradicciones, de ausencia de compasión. De allí que luego, alrededor de dichos fragmentos y retazos, se generan incrustaciones, grumos de pensamiento; se anudan oficios, citas poéticas, escritores (Mishima constantemente), directores de cine japoneses (Akira Kurosawa y Shōhei Imamura), los cuadros de Caravaggio y Bruegel, dibujos e historietas de Osamu Tezuka.

De Luis Armenta Malpica he traducido y publicado el libro de poesía Chiamatemi Ismaele (2019, Edizioni Fili d’Aquilone, finalista del Premio Camaiore Internazionale) en el que Moby Dick de Melville dialoga intensamente con otras obras literarias, agitando las aguas con dicha combinación y con un despliegue de redes lanzadas sobre la vasta superficie oceánica. Aquí palpita ese mismo registro desde el punto de vista literario y poético, aunque situándose en tierra firme, en Japón, y con fecha precisa: 6 de agosto de 1945. Un día dramático, funesto para la historia de la humanidad, el día en que un bombardero de Estados Unidos (un B-26 Superfortress), poco antes del fin de la Segunda Guerra Mundial (aunque Hitler y Mussolini ya estaban muertos), descarga sobre la ciudad japonesa de Hiroshima la primera bomba atómica de la historia (Little Boy), seguida de otra (Fat Boy), tres días después, sobre Nagasaki.

Muerte y devastación, todo un mundo sepultado entre cenizas, autodestrucción de una parte de la humanidad sin distinción entre militares y civiles (la gran mayoría de los 200,000 muertos fueron más bien civiles), entre hombres y mujeres, adultos y niños, y luego los tumores durante décadas subsecuentes, incluso lejos de Japón.

El bombardero que actuó primero llevaba escrito en la carlinga ENOLA GAY, nombre de la madre del piloto, llamado Paul Tibbets.

¿Las dos bombas atómicas estadounidenses hicieron de nuestro planeta un mundo más seguro? ¿De esas cenizas surgió un mundo mejor?

En el libro se habla también del desastre de Chernobyl (26 de abril de 1986), de la caída del muro de Berlín en noviembre de 1991, una barrera de cemento que dividió a los habitantes de una misma ciudad y que ahora se pulveriza.

Aunque Enola Gay, dedicado a los también mexicanos Lucero Alanís y Miguel Maldonado, tenga una tripartición dantesca (Infierno, Purgatorio y Paraíso) hay una prevalencia luciferina, infernal (“con il suo odore più oscuro”). Aquí no hay perspectiva de ascenso ni de salvación como en la Divina Comedia, tal vez porque la primera parte es tan dura y tan densa que marca al lector hasta el final del libro y, en todo caso, no se alcanza —acaso con gran trabajo— la redención sino el “Seppuku” de Yukio Mishima del 25 de noviembre de 1970, acaecido para poner fin a la agonía de la carne y del espíritu. Suicidio que de algún modo se vincula a la tragedia inicial del libro (abierto por el poema “Vento divino su Hiroshima”), es decir Japón devastado, a la rosa (el hongo) de las dos bombas atómicas y al uranio que se levanta hacia el cielo. El diario se torna confesión, magma de plegarias y caos y, finalmente, de luz sólo habrá aquélla que atraviesa y corta en dos la memoria.

La segunda parte del libro (Purgatorio) inicia con el largo poema “Caballos desbocados” y allí la página arde y se vuelve más musical, jazzística. Si la cultura japonesa es el hilo conductor de este libro, también es explícito el nexo con Dante y con numerosos poetas hispanoamericanos, en especial Vicente Huidobro y su Altazor (1931); asimismo está la referencia a César Vallejo en los versos usados como epígrafe de la segunda parte: “Ho una paura terribile di essere un animale / di bianca neve”. Esa nieve sangrienta que traza un camino abierto a la derrota, la nieve que es un modo de estar solo con las propias palabras (Gamoneda).

Enola Gay de Luis Armenta Malpica es un libro amargo y complejo, donde la poesía (espléndida poesía que abraza un amplio mundo) constata la conflagración de la dulzura, la imposibilidad del paraíso.

 

Por Alessio Brandolini

Traducción de Diego Estévez

Reseña publicada por primera vez en italiano en la revista digital Fili d’aquilone (número 55, mayo-agosto del 2020)

Written by La Mascarada

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