Sobre la disolución de la materialidad: tejidos entre lo blando y lo pétreo

Este texto fue el resultado de una charla que tuvimos Perla Krauze y yo en su taller el año pasado. Hablamos sobre la materialidad de los cuerpos textiles y pétreos, de los contrastes de las cualidades y experiencias que los materiales te provocan. Mientras estoy en casa a causa de la cuarentena preguntándome cómo serán estos nuevos tiempos, pensando que no habrá un “retorno” a la “normalidad”, me parece pertinente retomar este momento, un encuentro de cuerpos presentes, como pretexto para hablar del impasse del encierro y del anuncio de un nuevo ángulo sobre la materialidad de los cuerpos.

Una de las distopías más significativas es prescindir de los cuerpos, apelar al estímulo cerebral a través de realidades aumentadas. Todo este escenario es compuesto no sólo por la predicción sino por la inducción hacia las experiencias de placer o desagrado. Somos sociedades de la imagen que ya estaba en un proceso de atrofia del contacto directo, activando la experiencia 2.0, 3.0 y 4.0 como nuevos paradigmas tecnológicos de la conexión. El cuerpo físico se vuelve más bidimensional para potencializar el cuerpo virtual.

En esta conversación Perla y yo hablamos de nuestras sensaciones e ideas provocadas por el contacto directo del material, en ese momento ni siquiera podíamos pensar que su recuerdo hoy resultaría un dejo de privilegio nostálgico.

Nos saltaba una primera pregunta ¿cómo es que la práctica y la metáfora de los universos del textil son potencias que nos permiten ver la transgresión en lo sutil?

Partimos del entrecruzamiento de materialidades de distintas naturalezas: entre la piedra y la tela, entre la piel y las fibras, entre el dibujo y la escultura, entre la fotografía y la intervención corporal en que se expanden los universos de la herida exangüe; el amarre, la sutura, el injerto. Allí el tejido se entrelaza en dualidades que nos vuelcan a otro tipo de práctica de lo sensible, capaces de aceptar sus contradicciones.

En este contexto, el tejido en tanto cuerpo textil se diversifica en una compleja estructura de células, piedras, telas, líneas que se presentan como materia simbólica y física para pensar una práctica de la transición de un estado a otro. El textil se mueve a un espacio que detona e integra saberes, un diálogo e intermitencia de la repetición que sitúa a los cuerpos físicos en tiempos y espacios compartidos, dispuestos a construir comunidades de diálogo crítico que, al mismo tiempo, constituyan materia simbólica de memoria y experiencia. Es de ese modo que comienza este diálogo con Perla.

PK: He retomado el textil con cierta constancia. Sobre todo elementos suyos de tipo estructural van y vienen en mi trabajo entre la escultura y la pintura. No necesariamente desde la fibra o la tela, sino a veces es la manera en que utilizo las tachuelas, de qué manera encuentro el modo de unir una pieza con otra, hilvano una tela y luego la retiro en un bastidor en el que pinto. Pero especialmente como material efímero, que coloco muchas veces en relación a otros, por ejemplo en relación a la piedra, que es para mí lo opuesto; se vuelve esta dualidad entre lo efímero y lo permanente. Otro tema que siempre ha sido importante para mí es la unión, el hilván, la manera de hilvanar una pieza con otra, una línea que en vez de lápiz es hilo y a veces el hilo es metálico, de plomo. De ahí me dirijo a la pintura y la escultura uniendo esos materiales que van y vienen. La tela y la piedra me interesan y he estado con ellas mucho tiempo.

 

Hago una asociación directa entre el textil y el tejido humano, particularmente con la piel como superficie donde suceden amarres que aluden a procesos de injertos vegetales e improntas de imágenes de flores o texturas sobre distintas partes del cuerpo. Una espacie de graphos expandido que me permite repensar el dibujo como materialidad textil en tanto hilos de lana, la sensación de la impronta de la tinta y el linóleo sobre la piel, lo que propiamente me ha llevado a experimentar con el cultivo de otras materialidades orgánicas como “pieles bacterianas”. Me gusta pensar en el textil efímero, el que acontece para crear momentos de materialidades híbridas, permeado de guiños, como las marcas de hilo que deja el pespunte o los pequeños orificios de la aguja o los alfileres sobre la tela y el papel.

 

PK: Repensar el textil desde los contrastes, las dualidades.

 

Mientras tú lo haces entre la piedra, el bastidor y el hilo, yo uso mi cuerpo como el soporte para la impronta de un grabado, la marca de la tinta de un estilógrafo, o para sujetar pieles bacterianas con hilos de lana, de lino… Materialidades orgánicas con caducidades diversas.

 

PK: Porque viven el tiempo de manera distinta, igual que la piedra, que en realidad no es permanente, pues también se erosiona y se transforma, ¡claro!, aunque dura más tiempo que el cuerpo… La piel…

 

La piel y el hilo frente a la piedra y el metal expresan diferentes dimensiones del transcurrir, del suceder del tiempo sobre las superficies. Los cuerpos pétreos, por ejemplo, albergan en su propia naturaleza intersticios…

 

PK: Ahora que hablas de intersticio, recuerdo cuando coloco semillas de plantitas para que crezcan en las grietas de las calles o cómo trato de evidenciar en frottage o impronta las grietas que existen. Alguien me decía, son las huellas que deja el tiempo y ¿para qué quieres ponerles flores? Y yo decía: para evidenciar esto que crece en los intersticios, en lo frágil, y para hacer que se logre ver donde casi es imperceptible, donde ya nos acostumbramos tanto a caminar que ya no vemos las sutilezas que se nos presentan en nuestros recorridos. ¿Curar las grietas de la ciudad?

 

Ya que lo mencionas, en estos imaginarios y materias artísticas se crea sobre el textil en relación a los cuerpos de los sujetos mujeres y la violencia, en relación a las historias de estos cuerpos construida desde las intervenciones sutiles que no dejan de indicar transgresión, pero se alejan de universos exclusivamente del sufrimiento femenino.

 

PK: Entiendo tantas situaciones de agresión a las mujeres y es necesario hacer algo al respecto, pero en la obra no se habla realmente de una relación especifica entre el textil y lo “femenino”, sino de las dualidades.

 

Que desde el textil se abren y provocan desplazamientos de universos simbólicos y materiales, entre el dibujo, la escultura, la pintura, el grabado, la fotografía y el textil. Diversificar la mirada de la práctica textil porque hay otras formas de evidenciar la transgresión

 

PK: Son piezas que, por un lado, quieren ser sutiles pero por otro gritan.

 

Es como abordar la violencia en este diálogo que, me parece, ha sido como una especie de zurcido…

 

PK: El hilvanar en contraste con el coser —porque estás hablando de prácticas diferentes—. El hilvanar une la tela y los materiales; el coser sí los fija y el hilván te permite quitar con más facilidad, regresar el tiempo y separar esos fragmentos.

 

Estos entrecruzamientos donde se evidencia el amarre.

 

PK: El amarre es la línea, es lo que estructura, pero siempre los menos necesarios. ¿Qué tan pocos amarres le puedo hacer para que se sostenga?

 

¿Cómo las líneas a través de una práctica expandida del tejer se transforman en peso, dirección, textura, cuerpos en el espacio? que dependiendo del material devienen en híbridos o perfomatividades gráficas que problematizan o expresan formas diversas del acontecer del tiempo y la memoria.

 

PK: El textil justo tiene esta estructura de ortogonalidad, aunque se pueda romper y transgredir.

 

Pero que nos permite repensar el espacio a través de una práctica que va más allá de clasificarla cómo artesanía o arte, sino con las nuevas interrogantes y mundos para repensar las prácticas de la percepción.

 

PK: Pasa también con la cerámica, por ejemplo, estos materiales y medios que se les toma peyorativamente pero que, finalmente, son materia con toda la capacidad de expresión y uso.

 

Que incluso nos lleva a pensarlos como el antecedente directo de la computadora, y repensar las tecnologías del cuerpo —como lo señala Farocki— cuando habla de un proceso de transformación. El textil en un principio se tejía con todo el cuerpo, donde el aspecto más importante de la técnica no eran las manos sino la destreza de los pies. Esto se va modificando de acuerdo a los procesos técnicos y tecnológicos industriales que designan que las manos son tanto la herramienta del trabajo como su representación.

PK: Ese ir y venir de los materiales de la industria de la construcción como el alambre o el plomo, que a veces se vuelven hilo, amarre, o laminas. Están definidos por la dualidad al ser dúctiles y sensibles pero tóxicos.

 

Ir y venir de materialidades diversas que comparten un mismo espacio, un tejido.

 

PK: Amarres que no necesariamente existen con hilo, pero que el ojo humano une porque están juntos.

 

Por Mayra Rojo

 

Written by La Mascarada

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