El jardín de los dos cuentos…

Había una vez un gigante egoísta al que no le gustaba ni que los niños fueran a jugar a su jardín —cosa que en última instancia toleraba— ni mucho menos que hubiese otros gigantes o gigantas que le hicieran competencia en eso de atender a niños sin jardín de niños. Eso realmente lo ponía furioso y era capaz de acabar por ello con todos los jardines, con todos los otros gigantes e incluso con los juegos mismos, aunque no se atreviese demasiado a mirar al espejo para preguntarle quién era el gigante más egoísta, pues era tan desconfiado que hasta sospechaba de los espejos, sobre todo si habían pertenecido a un peluquero, como lo había sido el abuelo del gigante que, gracias a lo bien que cortaba el pelo, se había podido comprar un jardín para heredarlo a sus nietos gigantes que tendrían todo el derecho de que los niños no fueran a jugar a su jardín… ¿Quieres que te lo cuente otra vez?

17 de julio de 2014

 

Por Adolfo Castañón

Written by La Mascarada

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