Alfredo Daza: La música es vida

A 20 años de su debut en el Auditorio Nacional, el barítono Alfredo Daza celebra su trayectoria acompañado de nuevos escenarios y abundante ópera.

Alfredo Daza

Recuerdo que mi hermano se metió entre los discos prohibidos de mi papá y encontró la novena sinfonía de Beethoven. Yo era un niño, pero sigo teniendo en mi memoria ese momento como si fuera una película.

Interesado por la música sinfónica, a los 12 años ingresó al Conservatorio de Música de su natal Puebla, etapa en la que estudió piano y clarinete. Más adelante, influenciado por el director del conservatorio estudió canto.

A los 16 me inscribí al concurso Carlo Morelli de la ciudad de México para ver de qué se trataba, y para sorpresa mía llegué hasta la final, me dieron el premio de revelación juvenil.

A partir de ahí, Daza continuó su carrera vocal en el Conservatorio Nacional de la Ciudad de México y posteriormente en el ensamble de jóvenes solistas Adler Fellowship de la San Francisco Opera.

Una exitosa carrera, constante preparación y un trabajo serio, fueron factores indispensables para convertirse en el primer barítono de la Staatsoper de Berlín. Hoy, a dos décadas de haber comenzado su carrera profesional, Alfredo Daza confiesa que el camino no ha sido fácil y que detrás del éxito han estado importantes decisiones.

Resumir 20 años es difícil, esta etapa ha sido larga. Mis primeras audiciones, mi debut en Roma, pisar teatros muy importantes, llegar a Berlín… Asumir los cambios físicos y hormonales de la edad, hasta encontrar ese cambio que había esperado, el pasar de barítono lírico a lírico dramático, también con estos cambios se han ido papeles pero de igual forma han llegado. Ahora se me viene un mundo de repertorio nuevo y me siento muy contento de poder cantar estos papeles que me vienen al hilo.

Como parte de su crecimiento:

La audición para el maestro Barenboim, es un momento que marcó mi carrera definitivamente, al igual que mis encuentros con el maestro Plácido Domingo, que siempre ha sido un caballero y siempre ha buscado orientarme.

Para Daza, el 2016 llegó acompañado de mucha ópera y metas por cumplir.

Metas me faltan muchas, a simple vista hay teatros en los que quiero cantar, hay teatros a los que quiero regresar, pero mi meta siempre ha sido artística. Yo simplemente quiero ser el mejor barítono que pueda ser. Este año nos fue muy bien, tuvimos Scarpia en St. Gallen y regresamos como Scarpia a Stuttgart, vino Madama Butterfly como parte de mi contrato en Berlín, vino Simón Bocanegra, vino esta maravillosa gala de ópera en el Teatro Degollado, sigo con otra Madama Butterfly, hay un regreso con la Staatsoper Stuttgart para cantar otra vez Scarpia, en el festival de St. Gallen cantaremos un papel que se llama Hermann de la ópera Loreley de Alfredo Catalani, tenemos unos Pescadores de perlas, y tengo un festival en Sevilla con una mezzosoprano que llega del MET y cantamos partes de El Barbero de Sevilla y partes de Carmen.

Consciente del compromiso y de responsabilidad de su profesión, el barítono mexicano envió un mensaje a los futuros cantantes:

Los sueños existen pero no por soñar se realizan las cosas, hay que tener los pies sobre la tierra y tener sobre todo el sentido más crítico que uno pueda tener, aquel que pueda ayudar a uno a conseguir las cosas que quiere. Sí se vale luchar por ese sueño pero con los pies en la tierra, con la conciencia de la realidad de uno mismo.

 

Por Alejandra de la Torre

 
Alfredo Daza 2

Written by Alejandra de la Torre

Promotora y directora de comunicación de asociaciones artísticas y culturales. Con el lenguaje periodístico manifiesta su pasión por las bellas artes.

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