Samir Belkacemi: Revelación musical del universo a través de la guitarra

Samir Belkacemi transmite el lenguaje codificado del cosmos a través de su concepto, “Música desde las Esferas del Universo”, en el que su expresión se manifiesta por medio de sonidos del mundo, donde sobresale el flamenco.

Samir Belkacemi es un guitarrista mexicano que estudió en la Escuela Nacional de Música de la UNAM. Sus pasatiempos son andar en bicicleta, caminar, conocer nuevos lugares, escuchar todo tipo música y leer sobre antiguas civilizaciones.

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¿Cuáles son tus orígenes y de dónde surge tu interés por la música?

SB: Mi padre es argelino y mi madre es mexicana. La música yo la conocí por mi abuela materna que era pianista, desde niño escuché música en casa y me marcó definitivamente, todo el tiempo buscaba escuchar algún disco, ver videos de musicales, entrar a la estudiantina o a los talleres de guitarra.

Empecé con la guitarra ya más en forma como a los 15 años, cuando entré al Conservatorio, después me pasé a la Escuela Nacional de Música, donde terminé mi carrera como Licenciado Instrumentista en Guitarra. Mi formación académica es clásica, pero siempre me ha gustado investigar el flamenco. Estudié con Rubén Díaz, que fue discípulo de Paco de Lucía.

También me gusta el jazz, escuchar toda la música que tenga calidad, e improvisar. Yo no creo que te enseñen a componer, el trabajo creativo es más introspectivo. Así me hice compositor, llegó el momento en que, con tanta búsqueda, encontré un lenguaje propio, o uno en el que me sentía cómodo y fue más fácil componer. En un principio era improvisación, pero era como un laberinto, ahora es más racional y estructurado, pero sin perder la libertad en todos los sentidos.

Actualmente lo que hago no solamente es clásico o flamenco, es una fusión de sonidos o estilos, más allá de encontrar un género, es música, porque puedo introducir elementos clásicos, de flamenco, del jazz, del rock, del blues, de la música progresiva y del impresionismo.

Además de la guitarra, ¿tocas algún otro instrumento?

SB: El piano, laúd un poco y el bajo, vaya no son instrumentos que domine técnicamente como la guitarra, pero sí los conozco y me defiendo con ellos.

¿Cómo fue que decidiste ampliar tus conocimientos y ampliar tu creatividad en la guitarra?

SB: Siempre fui muy curioso, de alguna forma sí he estudiado diferentes métodos y teoría musical, pero creo que al final, a veces las reglas se tienen que romper, más cuando se habla de la expresión artística, porque para encontrar un camino de libertad y creación, hay que liberarse de la forma y la estructura.

Creo que el artista se debe liberar de muchas barreras que no permiten hacer lo que realmente se quiere. Pero para hacer eso hay que estudiar las formas, contar con ese conocimiento.

¿Cómo surgió tu interés de expresarte a partir de la música flamenca?

SB: Lo heredé en mis cromosomas por parte de mi padre. Me ha encantado siempre el flamenco por la fuerza, y la pasión que tiene. No pretendo ser un flamenco purista, solamente tomo algunos elementos rítmicos y técnicos, pero me siento más cómodo cuando digo “música del mundo”, porque son muchos elementos los que incluyo en mi concepto creativo.

Amo el flamenco y lo respeto tanto que digo que no soy flamenquista, porque el flamenco puro tiene una estructura rítmica exacta y tiene sus estructuras y métrica muy bien definidas.

Conozco la estructura pero yo hago una combinación de ritmos que realmente es lo que quiero hacer. Más que definir en un concepto, es música, lo que me interesa es llegar a conectar con esas fibras sensibles, más allá de anteponer un género o un concepto, no es tan importante para mí, porque al final, lo interesante es lo que hace sentir, pensar, hacia dónde trasciende la música y eso va más allá de qué género es.

Desde tu punto de vista, ¿qué aporte le puede hacer el flamenco a la música contemporánea?

SB: Muchísimo. El mayor expositor del flamenco y de la apertura al mundo fue el maestro Paco de Lucía, es impensable hablar de flamenco y no hablar de él. Igual que Camarón de la Isla, que en el cante revolucionó el estilo.

Con estos dos exponentes, el flamenco llegó a todo el mundo y se fusionó con todas las músicas del mundo, actualmente se sigue mezclando con muchos estilos. La música contemporánea clásica también dio pie al jazz, al blues, al rock, a otros estilos y ritmos que rompieron el esquema de la tradición clásica. El flamenco es inagotable por su esencia y su rítmica, así como por su cadencia armónica y melódica es muy particular, por lo que se pueden incluir elementos en toda la música, es lo que yo hago.

¿Has tocado en España?

SB: No, no he tenido la oportunidad. Me encantaría porque mi concepto tiene mucho que ver con su música. Pero yo creo que en cualquier parte del mundo donde toques honestamente, la gente lo recibe igual, para la música no hay fronteras. Tengo la ilusión de ir poco a poco a más lugares y dar más a conocer mi trabajo, todo lleva tiempo y paciencia.

¿Qué quieres expresar con la “Música desde las Esferas del Universo”?

SB: Me inspiro en la teoría de Pitágoras que habla de los números, cada esfera tiene un tono particular y vibran en una frecuencia, igual que los seres humanos, que vibramos en cada frecuencia y en movimientos específicos.

Todo esto es una forma de tener una idea filosófica de lo que es la música, para mí tiene mucha relación con el universo, con el movimiento, las vibraciones el sonido y con un lenguaje que no es de este mundo.

La música no sólo tiene una función de entrenamiento, sino también filosófica, espiritual, psicológica y social, es decir, tiene una importancia mayor sobre todas las artes, porque a pesar de que es tan abstracta, es directa porque entra a los sentidos sin preguntar o sin anteceder algo, simplemente llega y el cerebro lo traduce en infinidad de cosas, se dice que los sonidos pueden evocar olores.

Toda esta relación que hay con los números está muy clara en la música, porque es una ecuación matemática, razonada pero no en el sentido de una pasión matemática pura, sino con cierto misticismo, así funciona.

En lo personal trabajo de dos formas: una con la afinación estándar del instrumento y con distintas afinaciones alternativas, tengo alrededor de 70 inventadas por mí. He desarrollado diferentes afinaciones propias y ahora ya es un concepto.

En cada una de mis afinaciones hay una estructura definida y es lo que da la posibilidad a improvisar. Cuando trabajo con ellas, más que un tema en concreto trato de crear una atmósfera diferente. Son dos formas de tener elementos para componer, porque la otra es la afinación estándar, con la que es más fácil crear un tema, porque tiene más estructura, porque no cambia, mientras que con las alternativas todo cambia, con cada afinación hay que crear una fórmula personal en la que se sepa cómo se va a trabajar con cada una de ellas, aunque todo está en las posibilidades armónicas, que pueden ser más extendidas o abiertas, es decir, cuando sus intervalos son más lejanos.

Con las “Esferas del Universo”, lo que quiero dar a entender es que la música viene del universo, que conectamos con algo más todo el tiempo, sólo hay que estar despiertos y tener una percepción más aguda y afinar los sentidos, creo que así se desarrollan otras capacidades psíquicas y espirituales, no es algo extraño o que sólo ciertas personas puedan lograr.

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Desde el punto de vista comercial, para músicos de tu categoría, ¿qué tan difícil es competir con ritmos más populares?

SB: Lo comercial puede llegar a ser todo, más bien es tratar de darle el enfoque exacto y la difusión adecuada, así como un buen concepto trabajado en producción. Yo tengo la ilusión de en algún momento incluir a más músicos, obviamente es más interesante para el público cuando hay más elementos. Lo comercial es también que sea algo con más repeticiones y estructuras más simples.

El público en general está familiarizado con estructuras cortas y con repetir varias veces la idea, pero se puede hacer de lo simple algo bello y bien hecho, también tiene su complejidad.

Más allá de querer hacer algo comercial o no, dependiendo de la infraestructura que te soporte como artista, lo importante es ser honesto contigo mismo, ser fiel con lo que quieres traducir en música y si lo eres se engancha a la gente, porque se percibe y también permite hacerlo comercial. Antes de comercial, para mí lo fundamental es encontrar la libertad de expresión.

¿Qué piensas de la piratería?

SB: Es algo que cambió a la industria de la música y del creador en general. Tiene dos vertientes, por un lado ayuda a que el artista se conozca más porque es más fácil encontrar y difundir su trabajo de una forma más económica, aunque éste pierde sus derechos. Creo que hay que respetar más el trabajo del autor y pagarle su regalía y lo que le corresponde.

¿Qué opinión te merece la gestión cultural del país?

SB: Hay mucha demanda pero hay poca oferta, entonces sufrimos todos los creadores porque no hay muchos apoyos. Sería necesario evaluar los criterios de calidad para programar, actualmente programan cualquier cosa, debe haber un filtro para saber qué se le ofrece al público y saber que se le apuesta a las propuestas nuevas, porque lamentablemente los gestores culturales apuestan mucho a lo mismo.

Necesitamos arriesgar más y apoyar no solamente desde los organismos de gobierno, porque la empresa privada también tiene actualmente la responsabilidad de apoyar a la cultura y el arte.

Debe haber más apoyos para el arte y los artistas que dan nuevas propuestas. En mi caso, que me he presentado fuera del país, en China y Estados Unidos principalmente, me doy cuenta de que en el extranjero aprecian más mi trabajo, es un éxito que me motiva a seguir.

¿Por qué no hay un avance más significativo en nuestro país? Yo creo que porque no apostamos a lo nuestro y eso es en todas las áreas. Los gestores tienen una gran responsabilidad y deben dar más soporte al artista y al talento nacional.

¿Cómo se podría impulsar más a la cultura en México?

SB: Faltan algunos programas en la educación, porque ya sea pública o privada, ésta es fundamental por todo lo que puede hacer por los estudiantes más pequeños, porque a esa edad son como una esponja.

Si se tiene atención en esos cambios, la gente poco a poco busca más cultura. Con la barbarie no vamos a llegar a ningún lado, no es la herramienta que necesitamos, estamos en el siglo XXI donde hay muchas sociedades en otras partes del mundo donde abren su mente a otras cosas y hacen un cambio de consciencia hacia un nuevo pensamiento que sin duda tiene que suceder.

¿Cómo ha sido hasta el momento tu relación con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA)?

SB: Buena en el sentido de que he tenido algunos conciertos con ellos y me han apoyado con algunos viajes al extranjero. Sin embargo, me gustaría que me apoyaran más.

¿Qué le recomendarías a cualquier joven que se quiera dedicar a la música y en especial a la guitarra?

SB: Lo primero, que lo tome en serio y que no se deje vencer por las críticas, yo creo que si realmente ama la música tiene que enfrentarse a muchos retos porque el arte es muy complicado y más en nuestro país donde no hay muchas facilidades.

Un joven que se quiera dedicar a la música debe tener disciplina, paciencia y estudio, porque actualmente el camino de la música es más complicado porque hay mucha competencia, entonces debes hacer un doble esfuerzo de estudiar, prepararte y no darte por vencido.

Todos los días puede buscar algo nuevo, aunque sea una cosa pequeña, pero que se sorprenda a él mismo. Creo que la autocrítica siempre va a ser positiva siempre y cuando sea objetiva, con los pies en la tierra y con la conciencia de que se pude mejorar y hacer algo nuevo.

 
Por Alexandra Villavicencio
Fotografías tomadas de www.samirbelkacemi.com
 

Written by La Mascarada

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